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jueves, 13 de mayo de 2010

FOKKER D-VII....( Quizás el mejor "Cazador" de la WW I ).

  El Fokker D.VII fue diseñado por el prolífico Reinhold Platz y presentado al concurso de aviones de caza convocado por el Ejército Imperial alemán en 1918. Platz se había inspirado para su diseño en el célebre triplano Fokker Dr.I -La montura del no menos celebrado Manfred von Richthofen, el Barón Rojo, por lo que no es de extrañar que el biplano Fokker D.VII presentaje un fuselaje y una desposición alar parecidas a las de su temido predecesor. Sin embargo, sus mayores dimensiones le permitían montar un motor más potente pero de mejores prestaciones, un lineal BMW contra el radial rotativo del Dr.I.

El Fokker DVII es extensamente considerado como el mejor avión alemán de la Primera Guerra Mundial. Su desarrollo fue llevado a cabo por Manfred von Richthofen (El baron Rojo). En enero de 1918 Richthofen probó el DVII en Adlershof pero nunca tuvo oportunidad para hacerlo volar en combate. Él fue asesinado días antes de entrar en servicio. Cuando se introdujo el DVII no fue sin problemas.

En algunas ocasiones las costillas del ala se fracturaban en zambullidas o las temperaturas altas causaban la explosión del tanque de gas. Incluso con esto, el DVII fue construido para ser duradero y fácil de pilotar. Equipado con un motor BMW, el DVII derrotó a todos los adversarios con los que entró en combate. Durante 1918, demostró ser más que una imitación a los modelos ingleses y franceses. Hermann Göring fue uno de los primeros en pilotar el DVII en combate.


Se produjo mediante la forma de fabricación mixta usada habitualmente por Fokker. El fuselaje y la unidad de cola del biplano monoplaza eran estructuras tubulares de acero soldado y estaban, al igual que las superficies de soporte acabadas en madera, cubiertos con tejido.

Como propulsor se utilizó sobre todo el motor en serie Daimler D IIIa. A partir de abril de 1918, también se pudo integrar el nuevo motor Höhenmotor BMW IIIa, siempre que lo permitiera la limitada disponibilidad. Los aviones así equipados, alrededor de un tercio de la producción total, llevaban la denominación Fokker D VII F. A partir de finales del verano de 1918, con los motores mejorados Daimler D IIIaü y D IIIaüv estaban disponibles otros motores de características similares en cantidades suficientes para la producción en serie.

El éxito de esta combinación de factores constructivos fue inmediato. El avión fue aprobado rápidamente y mereció un pedido para su fabricación en serie. El D.VII entró en combate sobre el Frente Occidental en abril de 1918 y midió sus armas con los mejores Sopwith Camel, entre otros. Después del admisticio, y en atención a las cláusulas del Tratado de Versalles, los 700 ejemplares entregados al Ejército alemán debían debían pasar a manos de los aliados vencedores. Sin embargo, el intrépido y emprendedor Anthony Fokker consiguió sacar de contrabando unos cuantos aviones D.VII y buen número de utillajes, trasladándolos a los vecinos Países Bajos, donde erigió una nueva factoría. La producción del biplano prosiguió algunos años más en la posguerra.
 
Tenía una gran capacidad de ascenso, era sumamente rápido y al mismo tiempo robusto. A partir de abril de 1918, por primera vez en el frente, era el caza alemán casi más utilizado y hasta el final de la guerra fue un enemigo muy temido. Hasta el armisticio, se encargaron 2.600 ejemplares y se concluyeron la mayoría. La producción en serie se llevó a cabo tanto en la propia Fokker como en las fábricas de Albatros con licencia. La Monarquía Imperial y Real también había elegido el D VII hasta agosto de 1918 para sus fuerzas armadas, así como para la producción en serie, y ya había realizado los primeros pedidos a Fokker. Sin embargo, hasta el final de la guerra no se llevó a cabo ninguna gran producción ni allí, ni en Austria-Hungría.

Para determinar hasta qué punto era considerado realmente peligroso el Fokker D VII, es un hecho que en el Tratado de Versalles se exigió explícitamente su desguace o entrega. Después de aquello, un número no inferior a 10 países de todo el mundo utilizaba el D VII, en parte en cantidades considerables de unidades. Entre otros, lo usaban las fuerzas aéreas de los Países Bajos, de Polonia, de la antigua Checoslovaquia, de Hungría, de Lituania y de los EE.UU. Algunos de estos aviones llegaron a volar hasta los años 1930, como aviones de entrenamiento, como aviones publicitarios o en películas.

ESPECIFICACIONES:
Tripulación: 1
Longitud: 6,95 m
Envergadura: 8,90 m
Altura: 2,75 m
Peso vacío: 735 kg*
Peso cargado: 880 kg**
Planta motriz: 1× Mercedes D.III, (160 CV)
Rendimiento:
Velocidad máxima operativa (Vno): 189 km/hr
Alcance: 1,5 horas
Techo de servicio: 7.000 m
Armamento:
Armas de proyectiles: 2 x ametralladora 7,92 mm Maxim LMG 08/15 "Spandau" disparo frontal.



Fuentes:
El Sitio de "jactres" y:
Wikipedia
EADS
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